lunes, noviembre 30

Monica: ¿qué haces leyendo esto? odias esta clase de libros.
Chandler: lo sé pero he decidido intentarlo, veras, puede que alguna de esas historias me haga llorar y así creerás que no estoy tan muerto por dentro.
Monica: ¡Oh eres un sol! Chandler, no me importa que no llores, te quiero.
Chandler: Oh eso me da una sensación muy cálida en mi pecho de hojalata.
Monica: ¡Déjalo ya!
Chandler: en serio, piénsalo, si nos casamos, yo estaré en el altar con esta cara.(Pone cara de aburrimiento.)
Monica: No me importará, porque sé que estarás sintiéndolo ahí dentro.
(Señala a su corazón.)
Chandler: ¿Si?
Monica: ¡Si! Y si un día tenemos un bebé, y el doctor te lo da en la sala de partos y no lloras, ¿que mas da? y si cuando valla a la universidad y
lleguemos a casa y vemos su habitación vacía por primera vez, ni siquiera pestañeas, no me importará.
Chandler: estupendo! entonces no seguiré preocupándome por ese tema.
Monica: exacto, si! y si un día me muero de larga enfermedad. Y estás escribiendo mi epitafio y abres un cajón del escritorio y encuentras una
nota mía que pone "recuerda que siempre estaré contigo", y ni siquiera así derramas una sola lagrima, se que estarás llorando ríos enteros por dentro.
Chandler: Aww, te quiero tanto...
Monica: ¡¡¡¿Qué es lo que te pasa?!!!
Chandler: ¡¿Qué?!
Monica: ¡¿Qué que?! ¡¡Ni siquiera lloras por tu esposa muerta!! ¡Oye te he dejado una nota desde el más allá!
Chandler: ¡¿osea que no iba en serio?!
Monica: ¡¡Noo robot!!

No hay comentarios: